Pepe Gotera sin Otilio… chapuzas para el banquillo

Y lo vamos a decir con todas las palabras del diccionario, pero antes, quiero dejar claro, que la elección de Pepe Soler para ocupar el banquillo del CF Benidorm me parece una buena idea. Asimismo, me parece una norma absurda y obsoleta, que una persona que se ha quedado sin equipo a mitad de temporada y cobrado hasta el día que ha dejado de trabajar, no pueda ocupar otro banquillo. También, aborrezco la reacción de muchos entrenadores que han protestado por la llegada de Pepe Soler al CF Benidorm por estar ellos también en paro. A lo mejor es que están en paro porque no tienen la categoría suficiente como para entrenar a un equipo en Preferente, y se han cabreado porque Pepe Soler estuviera sin equipo solo una semana.

Dicho todo esto, la contratación de Pepe Soler y la presentación del mismo como entrenador del CF Benidorm ha sido una auténtica chapuza, ya que según la obsoleta normativa federativa, parece ser que Pepe Soler no se va a poder sentar en el banquillo de ninguna forma, y se tendrá que conformar con dar las órdenes desde la grada con un pinganillo como se ha confirmado hoy domingo en donde Pepe Soler daba las órdenes desde la grada.

¿Y de estas normas no sabía nada la Dirección Deportiva del club?

¿Se anuncia a bombo y platillo la contratación como entrenador del Primer Equipo de Pepe Soler, sin ni siquiera hacer una llamada a la Federación para saber la situación legal del entrenador?. Además, también se comunica que llega al CF Benidorm el preparador físico Lucho sin haberle llamado, y cuando Lucho ve este anuncio, se pone en contacto con nosotros diciéndonos que él no va a venir al CF Benidorm por motivos de horario de trabajo.

Y por supuesto, yo no culpo ni al Presidente ni a la Junta directiva de estos desaguisados, porque ellos no son los que se tienen que saber las normas federativas, la obligación de saberlo es del Director Deportivo del club.

Esta situación es tan grave, que el Director Deportivo del CF Benidorm debería presentar su dimisión inmediata por haber puesto al club a los pies de los caballos haciendo las cosas tan mal. Y si no presenta su dimisión, debería ser el Presidente de la entidad el que le cese de su cargo, porque un director deportivo no está para censurar y corregir las crónicas de los equipos que nos llegan a la prensa, sino para saberse las normas federativas y dedicarse exclusivamente a sus tareas en la Dirección Deportiva y no querer estar en todo lo que se mueve en el club y a la vez no estar en nada.