Miguel Iñiguez Atienza, con muchos km. ya en sus piernas, nos cuenta cómo fue la X etapa

Etapa 10 (2- septiembre). Santo Domingo de Silos/ Covarrubias / Mecerreyes/ Cuevas de San Clemente/ Burgos.(58 km).

He salido de Santo Domingo de Silos sobre las 11, no tenía prisa y tenía que escribir una crónica. Antes me fui a desayunar con los amigos vascos con los que había congeniado a los 5 minutos de conocerles, buena gente y además cultos y divertidos.

Nada más salir he tenido que subir un repecho y ha comenzado a moverse el viento igual que ayer pero como había descansado bien lo he cogido con ganas y he llegado enseguida a Covarrubias un precioso pueblo rodeado de naturaleza.

Me había marcado el objetivo de parar a mitad de la etapa y comer ya que no podría llegar a Burgos antes de las 4 así que he continuado hasta Mecerreyes pueblo este que me ha sorprendido por su belleza y después he parado en Cuevas de San Clemente dónde he comido una ensalada y unos espaguetis cosa que no había podido hacer la mayoría de los días durante la Ruta de la Lana.

Sobre las 15,00 he retomado la carretera hacia Burgos dispuesto a cubrir los últimos 30 km de la Ruta de la Lana lo más relajado posible. Como esto no son matemáticas no me han salido bien las cuentas y he sufrido más en 30 km que en algunas etapas de 80 ya que ha resfriado el viento de costado y he llegado a pasar miedo al atravesar la Nacional 234 ya que me empujaba hacia el interior de la carretera mientras pasaban coches y camiones a toda velocidad. Hasta que no he salido de la Nacional y he cogido un camino alternativo no he estado tranquilo. La Ruta de la Lana no ha querido dejarme un buen sabor de boca en los últimos kilómetros aún así guardo un grato recuerdo. Los malos momentos se olvidarán pero los buenos perduran para siempre en mí.

He llegado a la catedral de Burgos sobre las 17 y entonces me ha invadido una sensación extraña. Habituado a deambular a través de pequeñas aldeas y caminos solitarios el ver de pronto a tanta gente y tanto tráfico me ha dejado un poco descolocado.

Aunque ya conocía el camino francés ya que lo hice hará 18 años desde Roncesvalles. A partir de ahora ya no debo tener miedo a fallar en mi objetivo por una avería mecánica ya que hay servicios de todo tipo a lo largo del camino. De haberme pasado en la ruta anterior podría haber dado al traste con el viaje.

De todas formas ningún camino es mejor ni peor que otro todo depende de la actitud con que lo encares y yo quiero a partir de ahora cuidarme un poco más para lograr el objetivo a costa de perder algo más de tiempo ya que esto no es una carrera y arrastro algunas molestias físicas por el sobreesfuerzo de algunos días. De todas formas el abandonar nunca estuvo entre mis planes así que vamos a por otro nuevo día guerreras.