Finalizada la VIII Miguel nos pasa su crónica

ETAPA 8(31/8) Mirabueno- Huermeces del cerro- Atienza- Miedes de Atienza- Retortillo de Soria- Burgo de Osma- San Esteban de Gormaz. Hoy he salido de Mirabueno a las 8:30 hacia Atienza por una carretera solitaria que al conectar con la Nacional se ha convertido en algo peligroso debido a la velocidad de los coches. Después he cogido un desvío hacia Huermeces del cerro y he podido recorrer unos 30 km por una carretera estrecha que cruzaba varias aldeas con un encanto especial.

Ha sido uno de los mejores tramos de lo que llevo de camino ya que no había ningún tráfico de coches y te ibas encontrando hasta una fuente romana y granjas con animales en un entorno ideal.

Al llegar a Atienza he decidido aclarar una duda que tengo hace muchos años respecto a mi segundo apellido y al primer grupo de ancianos que he visto sentados por la calle les he preguntado si en este pueblo había muchos paisanos que se apellidasen Atienza.

Me han mirado con extrañeza pensando que les estaba vacilando seguramente y ha sido cuando les he enseñado mi carnet cuándo se han relajado y me han dicho que soy el primero al que conocen con dicho apellido. Me he adentrado en el pueblo para visitarlo y allí para mi sorpresa he encontrado a otro loco del camino. Un chico holandés que estaba haciendo el Camino del Cid también en solitario y en bicicleta.

Antes de partir de nuevo he estado charlando por teléfono con el amigo Fernando Escudero, que se ha dejado rápidamente sus obligaciones culinarias para ponerse a buscar información desde Benidorm y ver dónde podría conseguir alojamiento más adelante.

Debo recordar a quien no lo conozca que la Ruta de la Lana en su mayor arte transcurre por lugares remotos y solitarios de la mayoría de los servicios básicos cómo tiendas panaderías gasolineras etc, y ya no digamos hospedaje.

Gracias a Fernando yo he podido concentrarme en lo mío y seguir avanzando ya que al cabo de 10 km más, cuando estaba llegando a Miedes de Atienza se ha formado otra tormenta como la de ayer y me he tenido que refugiar en la puerta del cementerio.

De haber continuado mucho tiempo la tormenta tenía pensado acercarme a la aldea y tocar de puerta en puerta para buscar asilo porque la otra opción era extender la esterilla y el saco de dormir y pasar la noche en la calle.

Ese ha sido uno de los peores momentos de este viaje ya que me tocó gestionar las baterías de los móviles al fallarme el cargador solar y además no tenía cobertura para comprobar los partes meteorológicos.

Encendía uno de los dos móviles de vez en cuando para ver los mensajes de Fernando en los que me dijo que estaba complicado el tema hasta no llegar a San Esteban de Gormaz que se encontraba a unos 60 km y yo ya llevaba otros 60 realizados.

Ante esta situación decidí proteger al máximo todas mis pertenencias y comenzar a subir el puerto de la Carrascosa de más de 1300 m y seguir avanzando.

Sobre las 4:30 dejó de llover y eso me dio la moral suficiente para intentar llegar hasta San Esteban de Gormaz.

En cuanto tuve cobertura llame a Fernando y le pedí que me buscaste alojamiento allí y apague de nuevo el móvil.

Después de superar dos puertos de montaña encendía de nuevo el móvil y Fernando me comentó que el cura del pueblo estaba fuera dando misa y no volvería hasta después de las 9 de la noche y posiblemente tendría que dormir en el suelo así que me había reservado una habitación en un hostal bastante barato y me arreglo la jornada.

Llegué después de las 8 de la tarde habiéndome he hecho una faena el GPS con lo cual terminé haciendo 10 km de más, aunque gracias a él pude conocer El Burgo de Osma.

Después de hacer la colada y ducharme bajé a cenar al bar del hostal y me acerqué a visitar el pueblo que estaba celebrando la noche de las velas.

Mañana quiero planificar la llegada a Burgos que se encuentra a unos 130 km en dos etapas para intentar dormir en Santo Domingo de Silos que debe de ser bonito y así llegar al Camino Francés con fuerzas renovadas.

Ni que decir tiene que he podido terminar una etapa tan larga debido a que las dolencias musculares habían desaparecido aunque la rozadura sigue a su bola y se resiste pero no sabe que yo soy más cabezón que ella y no va a poder conmigo.

Hasta mañana, que paséis un buen domingo.