De Benidorm a Santiago
- Rafael Lago Gomez
- 26 ago 2019
- 2 Min. de lectura

Crónica que nos manda Miguel Iñiguez Atienza, correspondiente s la segunda etapa.
Novelda Almansa 80 km.
Hoy ha sido un día duro por no tener aún el cuerpo acostumbrado a tantas horas sobre la bicicleta. Los dolores en las partes nobles donde la espalda pierde su nombre no me han permitido hacer muchos kilómetros seguidos sentado.
Y como desde hoy he decidido seguir lo más fielmente posible el camino que me dictan las flechas amarillas me he pasado la mayor parte del día evitando las carreteras.
He salido de Novelda alrededor de las 8 por el camino que discurre a través del río Vinalopó en una mañana fresca pero con un sol amenazante con el que he tenido que luchar la mayor parte de la jornada. Han sido unos 13 km con tramos embarrados y mucho canto rodado que hacían difícil la conducción. A pesar de ello debo decir que ha sido lo más bonito de la jornada.
Las vistas desde el rio del Santuario de Maria Magdalena y el castillo son preciosas. He atravesado Elda sobre las 10 mientras los vecinos desayunaban y me miraban con incredulidad como diciendo...dónde irá ese loco?.
La salida por el hospital de Elda hacia Sax ha sido de lo más duro del día y he llegado bastante cansado alrededor de las 11 a Sax justo en el momento en que comenzaba la misa en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, momento en que he aprovechado para sentarme a escuchar misa y pedir de nuevo por la salud de todos.
He aprovechado que había un señor mayor pidiendo en la puerta para preguntarle por donde debía continuar pero para mi sorpresa este señor era alemán y andaba más perdido todavía que yo así que me he dejado guiar por el libro que han publicado sobre la Ruta de la Lana los Amigos del Camino de Novelda. Así he continuado por caminos de gravilla hasta Villena dónde me he encontrado muchas calles cortadas y la gente celebrando la pre-fiesta.
He continuado hasta Caudete dónde he llegado a las 2 del mediodía y he parado a comer en una ermita que se encuentra a la entrada. A esa hora no se veían ni los lagartos por la calle del tremendo calor que hacía.
He descansado una media hora y he buscado el camino hacia Almansa, pero he cometido el error de no parar a tomar café ni comprar agua fresca pensando que podría hacerlo más adelante y cuando me he querido dar cuenta he tenido que recorrer los casi 30 km por caminos polvorientos hasta llegar a Almansa.
Al final he llegado alrededor de las 5:30 al convento de las esclavas de María en pleno centro de Almansa dónde me han dejado una habitación para mí solo aunque de todas formas soy el único peregrino en la ciudad.
Acabo de pasear para ver sus iglesias el castillo y demás y cenar rápido ya que la madre superiora me ha dicho que no podía llegar más tarde de las 10:30.
Voy a intentar dormir algo más que ayer aunque quiero levantarme a las 6:30 para recorrer otros 80 km antes de que me cojan las tormentas que anuncian.
PD: gracias de corazón a mi amigo Pedro y al club de fútbol Calvari Benidorm por sus donativos.







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