El Calvari Benidorm suma tres puntos ante el Mediterráneo
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Calvari Benidorm 1
Mediterraneo 0
Nadie dijo que iba a ser fácil competir en esta categoría, ya que todos los equipos del grupo llegan muy bien pertrechados, e intentado dificultar el juego de los equipos más técnicos y a los que les gusta el buen trato del balón. Y eso pasó en la primera parte del partido, en donde el Calvari Benidorm se veía obligado a renunciar a su habitual juego de toque y abusar de los balones en largo, debido a la presión ejercida por los delanteros visitantes en la salida del balón de los locales. Eso, unido a la falta de delanteros debido a las lesiones, obligaba a poner a Joel en un puesto que no es el suyo; a pesar de haber hecho uno de los mejores partidos de la temporada con su lucha y entrega. De igual manera, el que Úbeda tenga momentáneamente (supongo), que jugar en un extremo, merma un poco las excelentes cualidades de este jugador que cuando juega en su sitio natural, da un recital de buen juego.
Como decíamos, la primera mitad fue de dominio completo del Calvari, pero lo mismo que el Madrid, era un dominio infructuoso que no se culminaba con el premio que con ansiedad buscaba el equipo. Aún así, decir que Héctor fue un mero espectador durante esta primera mitad, donde el equipo contrario no daba sensación de peligro a la meta local. Con el empate inicial, se llegaba al descanso.
Al principio de la segunda mitad, parece que el Calvari se dio cuenta, que la mejor forma de hacer daño era con su juego habitual de toque y juego en corto, y con la magnífica dirección de los imprescindibles Iván Santos y Dani Gennard, el partido pareció tomar el rumbo definitivo.
Se veía llegar el gol, hasta que llegó, y fue obra de Victor Pereira en un magnífico cabezazo a centro medido, que peinó haciendo inútil la estirada del portero rival.
El primer paso estaba dado, ya que por lo visto hasta ese momento, no veíamos al Mediterráneo capaz de poner en aprietos a la magnífica defensa local, que con un Caña y un Ben inconmensurables, cortaban toda posibilidad de llegada a la delantera visitante, que jugaba con más ímpetu que cabeza.
La entrada de David por el extremo fue acertada, ya que suyas fueron un par de internadas y centros con peligro que hacen que este jugador esté pidiendo paso. También hay que reconocer que el juego en el centro se equilibró con la entrada de Agulló, que con su habitual maestría puso la tranquilidad que el equipo necesitaba en los momentos que el Mediterráneo infructuosamente buscaba la igualada.
Una vez más, tenemos que destacar el juego, la madurez, la entrega, la visión y el gran espectáculo que es para los espectadores ver a Jorge desarrollar su juego. Una delicia para la vista.
En definitiva, que parece ser que al equipo le vino bien el primer tropiezo liguero, para dejar claro que en esta liga nadie te va a regalar nada, y que todo lo que no sea dejarse la piel en el campo no vale para nada por mucha calidad que se tenga.