El cadete nuciero ganó por la mínima al todopoderoso Calpe
CF La Nucía 1
Calpe 0
El cadete nuciero se enfrentaba al mejor ataque de la categoría, el Calpe. Sus dos delanteros llevaban 16 y 11 goles en 7 jornadas y estaban en la cabeza del ranking, además en todos sus partidos habían anotado al menos dos tantos y contaban sus últimos cuatro encuentros por victorias por goleada: 3 al colíder Pego, 7 al Callosa, 8 al Finestrat y 9 al Ciudad de Benidorm.
Estos números asustaron al entrenador que planteó un partido claramente a la defensiva. Un repliegue intensivo renunciando a la posesión del balón y al principio que conforma el estilo y la esencia del equipo.
Con todo esto los jugadores demostraron su nobleza y, sin prácticamente hacer ninguna falta, con un sistema de ayudas, coberturas y permutas, y haciendo de las basculaciones y la organización defensiva su hábitat, ejecutaron a la perfección el conservador planteamiento del técnico.
Tan bien lo hicieron, que casi no concedieron ocasiones de gol, de las pocas de que dispuso el equipo visitante, ninguna clara. Solamente una acción con un gran tiro casi al final del partido, que sacó fantásticamente el portero debutante Íker, puso el uy en la grada.
Tres puntos que le sirven al equipo para no descolgarse de la parte alta, obtenidos de manera merecida, con gran esfuerzo de la plantilla, pero; de forma antinatural en relación a las características de los jugadores y a las prestaciones ofrecidas desde el inicio de la pretemporada, en contrapartida al despliegue ofensivo y al desarrollo de unos fundamentos, y anteponiendo la codependencia puntaje-objetivos a la calidad de los recursos y la idea ultraofensiva acostumbrada.
