¡Paracaidista por Benidorm!
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(1ª parte: Peligro de infección por Egocentrismo Patológico)
(Lea detenidamente este artículo y en todo caso consulte al psicólogo entes de votarle)
Este mes de Mayo con las votaciones nos jugamos nuestro bienestar a nivel local durante los próximos cuatro años, incluso más, nos jugamos nuestro futuro a corto, medio y largo plazo. El motivo de este artículo de opinión es alertar al ciudadano ante la posibilidad que de forma inadvertida, por desconocimiento, ponga en juego su futuro. No son unas votaciones rutinarias, son algo mas serio y trascendente. Perder cuatro años mas nos puede costar muy caro, mucho mas de lo que nos han costado hasta el momento todas las anteriores décadas perdidas, malgastadas y desperdiciadas.
Ante la aparición en el escenario electoral local de un paracaidista liderando un grupo local que pretende tocar pista en nuestro Ayuntamiento, paracaidista que en mi opinión está aquejado de esquizofrenia patológica y ante el peligro de una posible intoxicación a buena parte de nuestros vecinos -de hecho ya hay más de 500 intoxicados y otros tantos con síntomas preocupantes- creo conveniente alertar de este grave peligro de enfermedad mental, explicando cuáles son sus características, cuales sus causas y con qué medios contamos para evitar el contagio.
No obstante, y para evitar confusiones prefiero aclarar por qué utilizo el término “paracaidista”. Todos sabemos lo que un paracaidista, pero en este caso concreto la aplicación de este término no tiene carácter militar o deportivo sino meramente político. Paracaidista político es el individuo que se presenta a ser elegido en una localidad o circunscripción en la que está irregularmente censado porque habita en otra distinta. Supuestamente en la que habita lo hace en una vivienda que carece de cédula de habitabilidad y utiliza agua y energía eléctrica de obra.
Decían los alquimistas “lo que está dentro, está fuera”y “lo que está abajo, está arriba”. Y es cierto, todo es relativo. Lo que es individual, fácilmente es trasladable a la colectividad, por ello lo que puede ocurrir en el desarrollo de un individuo, puede ocurrir en el desarrollo de una sociedad. Y de ahí nace la alerta, el peligro de su fácil intoxicación. Intoxicación no es exclusivamente infectar, envenenar con productos tóxicos. También es inocular con ideas descabelladas nuestras mentes, transmitir conceptos moralmente nocivos con excesiva información -normalmente manipulada- con el objetivo de crear un estado de ánimo propicio a los fines de quien los propaga. Tratar de conseguir un puesto desprestigiando e insultando al resto que opta por él, es evidenciar públicamente la catadura moral de quien emplea este método.
Egocentrismo es la exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla el centro de atención y actividad de todo el mundo que le rodea. Su base es el egoísmo instintivo que busca lo agradable y rechaza lo desagradable. Si este criterio se utiliza constante, permanentemente, aparece la vanidad, la arrogancia, la petulancia, la altanería y la soberbia.
Cuando un comportamiento sobrepasa ciertos límites puede ser considerado como enfermizo, cuando alcanza los límites citados, resulta ser una enfermedad mental contagiosa, es lo que se conoce como Egocentrismo Patológico.
¿Cuáles son las posibles causas del egocentrismo? Muy diversas, pero básicamente tres: La timidez, la falta de autoestima y/o la carencia de afecto.
Los egocéntricos son personas que tratan de ocultar su timidez -de la que son conscientes- con la máscara egocéntrica. Su carencia de autoestima les lleva a sobreponerse con conductas egocéntricas y hacen lo imposible para logar la admiración ajena. Su conducta les lleva a participar en reuniones, actos públicos, actos en los que puedan aparentar su superioridad sobre el resto. Hacen los imposibles por lograr la admiración de los demás y se rodean de personas que saben que les elogiarán en todo aquello que digan o hagan.
¿Cuáles son sus características? Como apuntábamos antes, la prepotencia, la arrogancia y la altivez. O sienten envidia de los demás, o son envidiosos hasta el extremo de devaluar públicamente al envidiado. Son explotadores, se aprovechan de los demás para conseguir sus propios fines sin importarles nada que pueda impedir su objetivo. Sus propios derechos está siempre en un nivel superior. Piensan que se les debe todo y su estrato merece una aceptación automática por el resto.
Les preocupa que su trabajo esté bien hecho para causar así admiración en los demás.
En el sentido grandioso de su propia importancia, se rodean con fantasías de éxito ilimitado, de poder y brillantez, por lo que según ellos solo pueden ser comprendidos por personas con alta estima personal o institucional. La egolatría patológica es altamente contagiosa y nos puede contagiar si no somos capaces de reconocer sus síntomas.
¿Cómo evitar el contagio, la intoxicación?... Continuará.
(2ª Parte: Como evitar la infección por egocentrismo Patológico)
José Antonio Corachán Marzal
Miembro del Consejo Vecinal